martes, 15 de noviembre de 2011

Receta de la Felicidad

Hace un tiempo encontré una revista antigua y ahí fue donde leí esta receta. 

INGREDIENTES:
1 Kilogramo de recuerdos infantiles.
2 Tazas de sonrisas.
2.5 Kilogramos de esperanza.
100 Gramos de ternura.
5 Latas de cariño.
40 Paquetes de alegría.
1 Pizca de locura.
8 Kilogramos de amor.
5 Kilogramos de paciencia.

MODO DE PREPARACIÓN:

1) Limpia los recuerdos, quitándoles las partes que estén echadas a perder o que no sirvan. Agrégale una a una las sonrisas, hasta formar una pasta suave y dulce.
2) Ahora, añade las esperanzas y permite que repose, hasta que doble su tamaño.
3) Lava con agua cada uno de los paquetes de alegría, pártelos en pequeños pedacitos y mezcla con todo el cariño que encuentres.
4) Aparte, incorpora la paciencia, la pizca de locura y la ternura cernida.
5) Divide en porciones iguales todo el amor y cúbrelos con la mezcla anterior.
6) Hornéalas durante toda tu vida en el horno de tu corazón.
7) Disfrútalas siempre con tu familia... con el sabor de lo nuestro.

Consejo: Puedes agregar a la mezcla anterior dos cucharadas de comprensión y 300 gramos de comunicación, para que esta receta te dure para siempre.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Como Romeo y Julieta (III Parte)

Dicen que los finales siempre son felices….pero el final de esta historia no es tal. Me demoré en escribir esta última parte porque no tenía el valor de  hacerlo…..

Llegó el verano y de paso las vacaciones…iba todo bien, nos habíamos jurado amor eterno. Parecía una adolescente que había perdido la cabeza por aquel niño que me amaba cada vez más (la verdad es que siento que yo lo amé más).  Estaba feliz, aunque todavía  nos veíamos a escondidas.
Nada importaba, solo nuestro amor y fue así como poco a poco mi familia se enteró de lo que tenia con el chico del pueblo aunque siempre lo negué. El sufrimiento se hizo más intenso que el propio amor que sentía por él…era tanto el acoso de todos que los últimos días de verano parecían más bien de invierno.
Llego marzo, todavía seguíamos juntos porque al parecer nuestro amor era más fuerte. Debo admitir que rompí con él varias veces para no tener problemas en casa…pero volvíamos a los días. Se dice que  las  reconciliaciones siempre son buenas, pero nunca me imagine que iba a provocar un desenlace tan nefasto.
Por un gran descuido pase el peor momento de mi vida. Pasaban los días y aun no me bajaba la menstruación y  no tenía el valor de contarle a nadie. Me arme de fuerzas y fui a comprar un test de embarazo. Mientras estaba sola en casa me aplique el test. Después de un par de minutos de neura e histeria….el resultado era positivo. Rompí en llanto apenas vi el resultado,  estaba tan asustada, tomé mi chaqueta y salí de la casa con rumbo desconocido. Tire la prueba en un basurero de la calle y me puse a caminar…. no deje de caminar hasta que me di cuenta que había atravesado toda la ciudad….estaba perdida, no sabia  que  hacer, cómo lo iba a contar en casa, si supuestamente no tenia novio de quién iba a ser el hijo que llevaba dentro….Desesperada, saque mi celular de la cartera y llame  a Felipe pensando que por último iba a tener el apoyo de él, aunque sea unas palabras de aliento para tranquilizarme un poco y pensar bien las cosas, pero la única respuesta que recibí fue que tenía que abortar. No lo podía creer lo que había escuchado….en resumen, estaba completamente sola en esto. Transcurrió  un par de horas y sonó mi teléfono, era Felipe muy asustado y me contó lo que siempre le dijo su mamá: que si yo me embarazaba, ella me demandaba porque su hijo era menor de edad y me acusaría de abuso. Quedé en shock, le dije no te preocupes puedo ser madre y padre a la vez y corté la llamada. Nunca más le conteste el teléfono.
Pasaron dos días y ya no podía seguir ocultando lo que guardaba con tanto temor…hasta que lo conté. Lo único que pedían era saber  quién era el padre  de la  criatura que llevaba ahí dentro…pero no lo podía decir…tenía tanto miedo. Me llevaron al doctor, lo vi por primera vez, fue tan emocionante verlo y escuchar como latía su corazón…hasta una lágrima rodó por mi mejilla. Creo que la persona que me hizo la eco se dio cuenta de mi sufrimiento…me trataba con tanta suavidad, ojala todos en casa  hubiesen sido así. Me fui en silencio a la casa, me sentía tan sola, triste y sobretodo muy asustada. El doc me dijo que tenía poco más de 5 semanas, que era muy pequeñito, suficiente como para aferrarme a mi hijo, hasta quería que fuese varón. Un día me comunicaron que tenían el nombre de un doc que hacia abortos…volví a quedar en shock, jamás me imagine que escucharía eso, menos de mi familia. Me volví loca…..no quería seguir viviendo. Ya tenían todo arreglado, hasta el dinero y la fecha.
Transcurrieron las semanas, cada vez estaba peor, sin animo de nada e incluso hasta sangramientos de perdida tuve antes que me hicieran el aborto. No tuve otra opción, a pesar de que ya era grande; hasta pensé en irme de la casa, pero no tenía a nadie,  no tenía el apoyo de nadie, no tenía donde ir,  ni siquiera unas palabras de aliento.
Tuve un reencuentro con Felipe, le conté por todo lo que había pasado durante estos dos meses mientras aun llevaba a su hijo en mi vientre. La ilusión de ser madre, de que a pesar de estar y sentirme completamente sola…lo tenía a él y que era mi razón de vivir y salir adelante. Mientras lloraba y le contaba mil cosas…me besó y a pesar de su abandono…lo amaba y  no quería volver a aléjame de él. Sí, nos reconciliamos...pero al final fue peor. Entré en una profunda depresión, estuve dos meses encerrada en mi pieza y cuando salí de ahí…caí en el alcohol por mucho tiempo. (Hoy gracias a Dios estoy bien)
No supe nada de Felipe hasta el año pasado. Se que es novio de la que era su mejor amiga, la que muchas veces le dijo que me dejara y que yo no era para él. Lo veo mas seguido de lo que se puedan imaginar, pero entre nosotros solo se cruzan miradas. Siento deseos de  acercarme a él, besarlo y golpearlo a la vez…es muy extraño lo que me pasa…
Hasta hoy no supero del todo esa gran pérdida y que fue por partida doble: Mi gran  amor y el fruto de ese amor. Lo peor de todo es que nunca supe que pasó por su cabeza y  si me amó realmente. A veces pienso que debo enfrentarlo y preguntarle muchas cosas…para cerrar este capítulo. Ahí me dirán ustedes….¿Qué hago? Ojalá me den una respuesta.

Muchas gracias por sus post anteriores….y por los que vengan.
Besos…